El hombre que no está ahí
Liu Bolin no es el primer artista que intenta fundirse con su obra. Pero pocos han llegado a tomárselo tan al pie de la letra.
Desaparecer. Esta es la obsesión de este creador chino, que en esta era de trucos tecnológicos se vale únicamente de medios tradicionales para fabricar puestas en escena en las que pasa perfectamente inadvertido, como un camaleón humano.
[Galería de fotos: Liu Bolin, el hombre que no está ahí]
El proceso que sigue Bolin es excepcionalmente trabajoso. Lo primero es encontrar el escenario apropiado: una calle, una tienda, una catedral, un patio de butacas… y el ángulo en el que se va a colocar la cámara.
El artista se coloca en posición, y dos ayudantes pintan meticulosamente, durante horas si hace falta, sobre su ropa y su piel para reproducir los colores, las sombras y las texturas del fondo.
El resultado: un hombre invisible frente a los canales de Venecia.
Más allá de impresionarnos con su artificio técnico, Bolin asegura que su obra tiene el cometido de mostrar "cómo cualquiera puede desaparecer en este mundo dominado por la producción en masa".
La colección de fotografías pertenece a la galería Eli Klein Fine Art, que pone a disposición de los internautas el catálogo del trabajo de Liu Bolin.
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