miércoles, 20 de abril de 2011

Cada vez más personas son felices sin sexo

Representan el cinco por ciento de la población mundial y se llaman a sí mismos “asexuados”: hombres y mujeres completamente sanos, sin ningún interés por el sexo…

Igual que ocurrió con la corriente gay activista que surgió en los años 70, un grupo de asexuales se ha organizado para gritarle al mundo que son absolutamente sanos y felices sin sexo alguno.
Un fenómeno creciente que comenzó en 2001 en los Estados Unidos y que se ha extendido desde los foros y comunidades virtuales como AVEN (Asexual Visibility and Education Network), una plataforma para educar y hacer visible el movimiento asexual con la esperanza de que se reconozca la asexualidad como una orientación tan válida como la heterosexualidad o la homosexualidad.
Ya están presentes en Italia, China, Japón, Canadá y España, donde también hay un foro y una red social para compartir experiencias. Se trata de personas que nunca han sentido atracción sexual, "ni frío ni calor" cuando pensaban en el o la más guapa de la clase, ni la necesidad de estar en pareja, pero que tienen amigos y que no tienen complejos o problemas para entablar relaciones sociales. Lejos de sentirse traumatizados, se declaran "altamente satisfechos con sus vidas".

Según los psicólogos: "En muchas ocasiones se achaca la asexualidad a traumas que se hayan podido sufrir en la infancia o malas experiencias; aunque no haya habido relaciones sexuales".
Desde el punto de la sexología: "La asexualidad es abstinencia. Desde nuestro nacimiento somos seres sexuados, y sentimos en mayor o menor medida deseo sexual". El deseo puede desaparecer por motivos personales, ideológicos, religiosos... No sólo por motivos físicos. Además consideran que el órgano sexual por excelencia es el cerebro, por lo que si este dice que prefiere abstenerse, "puede dar lugar a no sentir deseo a partir de no desearlo".

Para AVEN la asexualidad no es una decisión como el celibato, sino una inapetencia al sexo registrada de toda la vida. Algunos especialistas coinciden en que los asexuales pueden vivir tranquilamente y de manera sana sin tener coitos. "No tienen problemas psicológicos, simplemente no les llama la atención lo sexual y así son felices".
Otros consideran que "es importante distinguir entre muchas dimensiones de asexualidad, incluyendo la abstinencia religiosa, el ascetismo y la disfunción sexual. Pero los asexuales que no sienten ningún tipo de deseo son individuos únicos y merecen ser reconocidos como tal".
Esta falta de unificación de criterios en los estudios convierte a la gente que se define como asexuada en todo un misterio científico. Pero está claro que es una opción más. No es obligatorio tener actividad sexual ni tampoco existe un baremo que nos diga la cantidad de deseo recomendable. Ahora bien, si la situación no te hace sentir bien, pone en peligro la estabilidad de tu vida en pareja o simplemente echas de menos sentir lo que sentías en un momento dado, es el momento de ponerse en manos de un profesional.

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